Uno de los monumentos más importantes de Ampudia es su castillo que durante toda mi estancia he contemplado desde mi habitación, de día y de noche. Un castillo utilizado para rodar varias escenas en la adaptación de la historia del Cid y que tuvo como protagonistas a Charlton Heston y Sofía Loren. Una película épica italoestadounidense de 1961 producida por Samuel Bronston y dirigida por Anthony Mann.

El castillo de Ampudia es de propiedad privada que gracias a una fundación cultural se puede visitar. A mediados del siglo XX fue adquirido y restaurado por Eugenio Fontaneda, el impulsor de la famosa firma de galletas, un gran coleccionista de obras y antigüedades. De su inquietud se nutre hoy en día las visitas al castillo dado que lo que se enseña son sus colecciones expuestas en sus salas.

Y desde el castillo se puede ver a lo lejos un paisaje llano y lleno de molinos de viento y toda la villa de Ampudia declarada conjunto histórico-artístico desde 1965. Los historiadores sitúan su fundación hacia el siglo II ó I a.C., por los conquistadores romanos que le dieron el nombre de Fons Púdica, que ha derivado en el actual Ampudia.

Y tras unos recios muros de adobe se esconde la antigua casa en la que me he alojado durante mi estancia en esta bella villa. Esta casa comenzó siendo, allá por el siglo XVII, residencia del abad de la Colegiata de san Miguel de Ampudia y, tras algunos cambios de manos, los García Puertas, actuales propietarios, decidieron recuperarlo convirtiéndolo en un hotel.

A la entrada lo primero que llama la atención es su colorida bóveda de seis metros de altura, sobre la escalera, así como también uno se pierde observando su decoración ya que la casa se encuentra decorada por todos los rincones de objetos antiguos.

Aquí es donde estuvo antaño la bodega del abad en cuyo lugar aún se conserva el antiguo lagar y ahora convertido en el restaurante del hotel. Una foto de recuerdo con dos personas muy simpáticas que hemos conocido estando en el hotel.

El edificio mantiene la distribución original, un entramado de patios y corrales unidos por puertas y pasadizos que en un principio hacen complicado orientarse dentro, pero resulta divertido perderse dado que en el recorrido por la casona se descubren nuevos rincones. El agua de la piscina debía de estar helada para los demás clientes, algo fresca si estaba pero para mi muy buena. Durante toda mi estancia la tuve para mi sola, no me puedo quejar.

Y lo bueno de este lugar es que aún se pueden ver en su interior puertas de más de tres siglos. Y por esta enorme vamos a salir a dar un paseo por la villa.

Estáis viendo un pequeño pueblo, típicamente castellano, que aún guarda fielmente su antigua estructura con calles de arquitectura típica castellana.Sus casa son de dos alturas con muros espesos y suelen ser todas ellas de adobe y ladrillo.

Sus dos calles principales, Corredera y Ontiveros, son porticadas, las casas reposan sobre rústicos troncos de árboles o columnas de piedra con la que van formando una estructura de soportales y que se mantienen en pie desde el siglo XVII aunque, según la información turística, algunos postes datan del siglo XIII

Los dormitorios de estas casas se encuentran en el piso superior, y sobre ellos está el desván. En el piso inferior: el zaguán, cocina y despensa, además de un comedor con un patio o corral, algunas con pozo, pajar, gallinero y cuadra. El sistema de calefacción de estas casas es la gloria o enroje que tiene su origen en el hipocausto romano. El sistema en un hogar que se encontraba normalmente en el exterior, un patio donde se quemaba el combustible (habitualmente paja) y una serie de conductos por los que se hacían pasar los humos calientes de esta combustión. Los humos, salían al exterior a través de un humero vertical o chimenea.

Los nombres de las calles tienen relación con su trazado, con los oficios y con personajes de relevancia. Esta es la casa de Doña Josefa Gromaz que comenzó su cargo de maestra de Institución Primaria de la escuela pública de Ampudia a los 16 años. En el pueblo se la recuerda como una maestra ejemplar y una gran trabajadora no solo por la cultura elemental que enseñó a sus alumnas sino porque las niñas aprendieron con ella las labores de costura de mantelerias y juegos de sabanas que aún algunos guardan en sus casas.

Museo ubicado en el Antiguo Convento de San Francisco, fundado en el siglo XVII por el Duque de Lerma, Valido del rey Felipe III Tras las leyes desamortizadoras de la primera mitad del siglo XIX pasó a ser utilizado por los labradores del pueblo como silo de grano de cereal. En 1990 el Ayuntamiento comenzó su rehabilitación con el proyecto de convertirlo en museo y sus piezas artísticas son de un gran valor por lo que es uno de los más importantes de la provincia de Palencia.

Es junto con el Castillo, uno de los edificios más emblemáticos del Municipio. Comenzó a construirse en el siglo XII, culminando en el XVI. De estilo gótico renacentista.

Su torre alcanza los 63 metros de altura por tal motivo es conocida como la Giralda de Campos. Se compone de siete cuerpos separados por impostas y se asienta sobre una construcción románica. La construcción se completó entre 1541 y 1561. Es espectacular y muy bella. El 20 de agosto de 1954, parte de la Iglesia se derrumbó y hubo que reconstruirla, obras que se llevaron a cabo durante cuatro años y ahora así de bonita luce.

Hospital de Nuestra Señora de Clemencia, edificio fundado por el Mariscal de Castilla, Pedro García de Herrera y otorgado el 3 de enero de 1455. Es la actual oficina de turismo ubicada en lo que en un principio fue un hospital para los pobres del pueblo y los alrededores que funcionó hasta el año 1946. Ofrecía un servicio llamado “Socorro Domiciliario”, que consistía en ofrecer a los pobres y enfermos alimentos y medicinas.

En su primera planta se encuentra una colección museográfica del Colegio de Médicos de Palencia. Su objetivo es mostrar el camino recorrido por la medicina occidental prácticamente desde sus orígenes, hasta mediados del siglo XIX y los años 50 del S. XX.

Contiene aparatos de odontología, oftalmología, quirúrgico, de obstetricia, de ginecología, de rehabilitación, de otorrinolaringología y de urología, entre otros.

Pero desde que llegamos a este pueblo, un lunes tranquilo que tras dar un paseo por sus calles nos hizo pensar que nos encontrábamos en una villa medieval deshabitada, empezaron a ocurrir cosas muy extrañas. Tumultos de gente que iban y venían con vistosas prendas, de repente, aparecieron por todas parte.

Y así fue como nos empezamos a preparar para ser testigos de la forma peculiar y tan espectacular que tienen sus habitantes de divertirse y de celebrar sus fiestas patronales. Frente a la Ermita de La Cruz, edificio donde actualmente se encuentra el Ayuntamiento de la Villa y desde su balcón alguien dando el pregón.

Parecen pocos pero menudos son para celebrar fiestas los de esta villa terracampina. Bueno yo diría que no paran y que van de fiesta en fiesta y tiro por que me toca. Por lo que he podido ver tienen una variada oferta de actividades complementarias y celebraciones durante todo el año entre ellos el Mercado de la Flor, Mercado Barroco, certámenes de pintura, de coro, etc.

Y se lo montan muy bien con un programa variado desde sus alegres dianas y pasacalles hasta las sesiones y pases de baile hasta altas horas de la madrugada.

No solo tienen actuaciones musicales todas las noches e hinchables gratuitos para los niños sino que hay espectáculos para todos en la plaza amenizado con la alegría de las peñas y asociaciones.

Magos de la equitación.

Y por si esto fuera poco después de la segunda sesión de baile están los desayunos de ricas empanadillas ofrecidas por las peñas a las 4h de la madrugada.

Una villa que me ha sorprendido y para los que somos de ciudad nos resulta encantadora de recorrer por las noches sin peligro.

Incluso resulta novelesco y soñador dar un paseo de noche por el castillo. Así de bonito estuvo luciendo ante mis ojos.

Curiosamente entorno al castillo hay y está rodeado por bodegas subterráneas, cuyas zarceras asoman alrededor de la construcción. Fijaros en las fotos del castillo que puse en un principios y las veréis. Y estando en el castillo apareció una peña que con su simpatía nos hizo sentirnos más integrados en la fiesta.

El hecho de que estén estas bodegas, cuyo fin era guardar vino, esta motivado por un tiempo atrás donde su entorno era de campo de cultivo y vides. Ahora ya no guardan vino y las usan las peñas como txokos.

Esta bodega pertenece a la peña \"El Barracón\" y no puedo decir otra cosa que, con nosotros, se portaron estupendamente, gente acogedora y todos ellos muy agradables.

Y como no, también hubo fuegos artificiales junto al castillo. Estas fotos que vais a ver están tomadas desde nuestra habitación del hotel.

A mi me encantaron y me parecieron muy dignos.

Unas palmeras muy bellas.

El campo de visión era enorme y no se captaba toda la imagen.

Y os preguntareis a estas alturas del álbum qué es lo que celebraban en este pueblo. Las Fiestas Patronales de Nuestra Señora de Alconada. La virgen pequeñita que tengo a mi espalda. Cuando llegamos estaban preparando este lugar para luego adornarlo de flores.

El Santuario dedicado a su Patrona, la Virgen de Alconada, se encuentra situado a tres kilómetros del pueblo y se llevo a cabo en el lugar donde según cuenta la leyenda, la Virgen se apareció al pastor Marcos. Durante la mañana, en este santuario, el 8 de septiembre, en procesión la virgen recorrerá la pradera acompañada por la danza y el paloteo de los danzantes al son de la charambita y el tambor. Y yo con mala suerte me lo perdí.

Pero he buscado fotos para que lo podáis ver. Una parte sustancial de las raíces vitales de un pueblo y de su rico patrimonio cultural es que la juventud siga manteniendo las costumbres folclóricas. Así en este lugar han conseguido tener vivo el uso de la dulzaina y de su Danza y el Paloteo.

Este día de la fiesta los miembros de la cofradía y los peregrinos llegados de todos los pueblos limítrofes visitan el Santuario de la Virgen y algunos en sus alrededores se quedan a comer.

El paloteo se acompaña, en las procesiones, con la danza, pieza característica de toda la comarca tierracampina y que se ejecuta con los palos en la mano y con un característico giro de rodillas marcando el ritmo.

Bueno y volviendo al hotel os enseño lo que supongo eran las caballerizas. Os tengo que decir que nuestra idea inicial era la de conocer la zona y sus alrededores pero nos hemos dedicado a disfrutar de las fiestas y aunque nos hemos perdido algunos momentos, la verdad es que nos lo hemos pasado muy bien.

Os dejo con una frase que define muy bien lo que llevo aprendido por mi deambular y devenir personal por este mundo: La vida es un juego del que nadie puede retirarse llevándose las ganancias pero mientras permanezcamos en el juego debemos de tratar de divertirnos y de aprender. Agur..