¿Los Alpes? Que no, que no son los Alpes, no os equivoquéis. Estamos en Mogrovejo, un pequeño pueblo de la Comarca Cántabra de Liebana ,al pie de Andara, Macizo Cántabro de los Picos de Europa.

En realidad, para el rodaje, en Mogrovejo es donde se ubicó la casa de Pedro, compañero de juegos de Heidi y uno de los grandes protagonistas de la película. Otras de las escenas se rodaron muy cerca de la localidad de Pendes, en el municipio de Cillorigo de Liébana, donde se construyó para la pelicula la cabaña del abuelo de Heidi.

Pero Heidi y Pedro son solo los protagonistas de un libro y en este pueblo vivieron niños de verdad que no lo tuvieron fácil para crecer y recibir una buena educación y mas en un lugar tan lejano de la gran civilización. Detrás de mi, además de la Torre de Mogrovejo , los dos edificios que veis son las antiguas escuelas y casas de los maestros. La alta es la del señor profesor y la baja la de la maestra.

Museo de la Escuelas Rurales. Una recreación de un aula de aquellos centros escolares con sus pupitres de madera, el pizarrón y los mapas políticos donde se aprendía geografía. Todo ello complementado por paneles, fotografías y materiales, cedidos por particulares, que aproximan al visitante a una realidad de las escuelas de los pueblos y que salvo el tamaño se parece mucho a las que yo fui a estudiar, ya aquí en España.

Un museo dedicado a los libros escolares, los materiales, pupitres, pizarras,... al mundo de la escuela del pasado. Yo amplié mis conocimiento de la escritura con el plumín o plumilla y con la tinta lo manchaba todo y me reñían por malgastar el papel secante. Recuerdo que eran propiedad de la escuela y los guardaba el maestro en un pequeño armario como el de la foto anterior, solo los utilizábamos en caligrafía copiando las frases del encerado..

Los docentes no siempre disponían de los títulos académicos necesarios ni ejercían en una sola escuela, ni recibían regularmente su sueldo. En el s.XVIII tenían escasa formación y eran pagados por los municipios.El refrán popular \"pasar mas hambre que un maestro de escuela\"se arrastró hasta bien entrado el s.XX, aunque en esas épocas comer tres veces al día era un problema de muchos, en pueblos y en ciudades. Todos los maestros de las escuelas publicas rurales tenían derecho a \"habitación decente y capaz para si y su familia\". A este tipo de sacapuntas le di mucho uso,de muy niña, lo tenia el maestro en su mesa y pedías permiso para levantarte para sacar punta al lapicero.

En los pueblos de más de 500 almas contaban con una escuela pública elemental completa para niños e incompleta para las niñas.En las escuelas a las niñas se nos enseñaba a ser obedientes, sumisas al hombre, temerosas de Dios y principalmente se nos hacia creer que nuestro papel principal en la vida era ser madres, por tal motivo, se nos enseñaba a coser. Las escuelas franquistas, en las que estudie yo, fueron un instrumento de manipulación, al servicio de la causa, durante toda la dictadura de Franco. Yo tuve un cofre o costurero y un bastidor parecidos y sentada en iguales sillas en mi escuela aprendí a hacer vainica y a bordar a mano.

Mogrovejo, está situado en el municipio de Camaleño, a los pies del Macizo Oriental de Picos de Europa, con una población de menos de medio centenar de vecinos.El pueblo es un conjunto de casas arracimadas en torno a la gran torre defensiva, que está subiendo esta cuesta. Tiene callejas de piedra, llenas de silencio y de aroma a chimenea, que conforman uno de los pueblos más bellos y mejor conservados de Cantabria, declarado Conjunto Histórico.

Un lugar donde las mujeres arrodilladas lavaban las ropas. Así lo hacían en el río de igual modo aquí.

Como veis solo de rodillas se puede hacer a no ser que fueran tan pequeñas que no lo necesitaran pero incluso de pie tenían que encorvarse de mala manera para llevar a cabo dicha tarea.

El caballo salvaje no necesita zapatos regula su propio desgaste y equilibrio a medida que se traslada por terrenos blandos, duros y pedregosos. Estos tiempos de regulación son largos y el tiempo de vida de un caballo salvaje suele ser más corto. El caballo domestico usado desde siglos por notros se hierra porque, es difícil crear la condiciones de vida ideales para que pueda desarrollar todo tipo de actividades sin herraduras en sus cascos. Pero la verdad es que a ellos nunca les han gustado los zapatos.

¿Qué puede hacer una burra como yo con estas ciruelas mangadas a un aldeano?... y que por cierto estaban de muerte.

Pues las utilicé para calentarle el morro a mi amiga la vaca. Fijaros en el cerramiento donde se guarda el forraje, en muchas de las casas tienen ese tipo de pared pero hasta el techo para cerrar la segunda planta, supongo que también lo utilizaban para guardar alimentos para el frio invierno.

Y de tanto calentar me sacó la lengua varias veces y a poco pasa lo siguiente...

No solo me chupeteo el pelo sino las ciruelas que mas tarde me comí sin ningún problema, ja, ja. Ya os he dicho que soy un poco burra.

Pocos datos se conocen del origen de la localidad o sus primeros habitantes, de lo que sí se tiene constancia es que originalmente se denominaba Luarna, pasando a recibir el nombre por el que la conocemos hoy en día en el siglo XIII. Al fondo se ve la Torre de Mogrovejo construida a finales del siglo XIII por los señores de Mogrovejo, los cuales ya eran una familia distinguida en 1248. Actualmente la torre y todo su entorno es propiedad privada, por lo que no está permitido el acceso al público.

Al linaje de esta familia adinerada perteneció Toribio Alfonso de Mogrovejo y Robledo, segundo obispo de Lima que fue canonizado por la Iglesia Católica. Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, edificio del siglo XVII compuesto por una única nave rectangular.

Alberga casonas de sillería y mampostería, con balconadas de forja, de los siglos XVI-XVIII, algunas dentro de grandes parcelas cercadas con altos muros y entradas monumentales.

Pero no todas las casas son de gente adinerada, el amo siempre tuvo servidor y servidumbre.una forma de contrato social y jurídico típica del feudalismo mediante la que una persona,el siervo, generalmente un campesino, quedaba al servicio y sujeto al señorío de otra,el señor feudal, generalmente un noble. Durante la Edad Media, un siervo era una persona que servía en unas condiciones próximas a la esclavitud. Aquí unas casas de campesinos.

En cada feudo había un castillo, que era la residencia del señor, varias aldeas, en las que vivía el señor, y tierras de cultivo, pastos y bosques. Las tierras se dividían en la reserva y los mansos. La reserva era la parte de la tierra explotaba por el propio señor. Los cultivos que se obtenían en ella pertenecía en su totalidad al señor. Los mansos, era la tierra que el señor concedía a los campesinos para su sustento. A cambio de estas tierras los campesinos tenían que pagar al señor unas rentas. ejemplo: dinero, productos o servicios personales. Conviene recordarlo.

Estaban sometidos completamente a la autoridad del señor. no podían abandonar el feudo, ni casarse sin su permiso, trabajaban gratuitamente para el señor. A cambio el señor los mantenía y alimentaba. Su condición social pasaba de padres a hijos. Los campesinos libres por el contrario sí podían abandonar el feudo y decidían sus actos personales. Trabajaban en los mansos del señorío pagando a cambio unas rentas al señor y el diezmo a la iglesia y algunos incluso llegaban a prosperar.

La aldea medieval no fue una mera continuación de las aldeas y poblados anteriores, sino una nueva forma de poblamiento y organización de la vida rural que se desarrolló en Europa a partir del año 1000. Los campesinos, que hasta entonces vivían dispersos en casas aisladas en medio de los campos de labor o se desplazaban frecuentemente de un lugar a otro, se concentraron en aldeas agrupadas en torno a un castillo, una torre o una iglesia parroquial.

Este tronco estaba por un camino y es inmenso supongo que es un roble. el que un día fue un grande y enorme roble.

Y de la vaca su leche y de ésta el queso. Cantabria cuenta con una carta de quesos excelente hechos en distintas comarcas y pueblos y merecen ser probados precisamente donde los hacen.

Para llegar a Mogrovejo tenemos que coger la carretera que desde Potes se dirige a Camaleño, Espinama y Fuente Dé. Poco después de Camaleño, en el pueblo de los Llanos, hay un desvio a la derecha con un cartel indicando Mogrovejo. En un par de kilómetros más llegaremos a esta localidad. Hoy aún es un pueblo desconocido y solo saben de su existencia los amantes de las aventuras de Heidi.

Y si queremos conocer Potes solo nos queda cruzar el desfiladero de la Hermida. En esta época imposible aparcar para tomar fotos, la carretera es estrecha y con demasiada circulación, incluso tuvimos caravana. Un lugar que en invierno no es demasiado utilizado excepto por los amantes de la escalada y luego por los de la pesca de la trucha.

Situado entre las localidades de Panes y Potes, margen oriental de los Picos de Europa, el desfiladero de la Hermida es un bello capricho geológico situado entre Cantabria y Asturias, se ha convertido en los últimos años en una de las zonas de escalada deportiva con más expansión del norte de España, aunque también tiene rutas para caminar.

Una de esas rutas es Lebeña desde donde se puede subir andando hasta Potes.Su visita, además de necesaria para los amantes del arte medieval por su importancia histórica y artística, es muy recomendable para todo tipo de turistas, puesto que se encuentra rodeada por un paisaje maravilloso, a la entrada del Desfiladero de la Hermida, rodeado de inmensas montañas blancas que contrastan con el verdor que rodea al monumento.

La iglesia de Santa María de Lebeña (Cantabria) es uno de los templos más importantes e interesantes de la arquitectura cristiana alto medieval. Lebeña fue una iglesia fundada por los condes de Liébana, Alfonso y Justa, en la tercera década del siglo X, en una fecha próxima al año 924.

Es una iglesia paradigmática del estilo llamado \"mozárabe\" o \"de repoblación\" pues en ella se dan las tres influencias que definen este arte: asturiana, visigoda y musulmana. Su construcción se realizó a base de mampostería, reservando únicamente los sillares para las esquinas. Sus dimensiones son modestas: 19 metros de longitud por 12 de ancho. A la izquierda los restos de un tejo que había al lado de la iglesia. Cuando se terminó la iglesia, Don Alfonso la consagró al tejo, como reminiscencia del pasado y muestra del sincretismo latente en la sociedad.

Los druidas se reunían en ese lugar para rezar a sus dioses alrededor del tejo sagrado, sin duda un lugar aislado y seguro, entre montañas. Fue en estas montañas donde se inició la Reconquista de la Península al Islam, y desde los majestuosos Picos de Europa, a uno y otro lado de sus montes, se organizó el desafío a los invasores

En 2007 el tejo fue alcanzado por un rayo y se partió en dos y ya solo queda su tronco quemado. Don Alfonso se había casado con Doña Justa, una noble del sur de la península, que se sentía sola y alejada del sol y de su tierra. Como muestra de amor, plantó un olivo, típico del sur, junto al tejo. Durante 1.091 años ambos árboles estuvieron juntos, como símbolo de Don Alfonso y Doña Justa, y del norte y el sur, y de las tierras del norte y las de la Reconquista también. Y detrás de la iglesia crecen juntos estos también.

Y desde el monasterio de Santo Toribio en Liébana (Cantabria), en pleno Picos de Europa, un lugar que os aconsejo ir a ver en invierno, imposible aparcar para verlo, pues bien desde un alto se divisa el pueblo de Potes conocido por su buena comida, el cocido montañés.

Potes está en el corazón de la comarca lebaniega. La sede del Ayuntamiento de la Villa de Potes se encuentra en el interior de la emblemática Torre del Infantado, torre medieval que domina el centro de la villa y que cuenta con un importante pasado histórico desde la Baja Edad Media. La Torre fue motivo de disputas entre importantes familias de la nobleza y testigo directo de las guerras que tuvieron lugar para defender la villa y la comarca.

Durante la guerra civil, Potes se vio afectada por un incendio provocado por el bando republicano que destruyó su casco histórico, reconstruido después con los criterios de restauración del autoritarismo. A pesar de ello, su casco antiguo es Bien de Interés Cultural, con categoría de Conjunto Histórico, desde el año 1983. Y cuenta con bonitas casas como este antiguo molino junto al río.

La proximidad a Picos de Europa hace de Potes el centro neurálgico del turismo. La gastromomía de esta villa goza de una gran fama, basada en los producto autóctonos de la comarca: hortalizas, legumbres, maíz, patatas, así como el vino (tostadillo) y el aguardiente (orujo). Y no os digo cómo esta de gente.

El primer documento escrito donde se hace referencia a la villa de Potes es del 28 de marzo del año 847, donde se cita a la \"strata publica qui discurrit ad Pautes...\". La antigua iglesia parroquial y la villa aparecen en documento del año 952 y el 12 de julio del año 990 el presbítero Vermudo y su madre donan a San Vicente de Potes as ermitas de Santa María en Valmayor; San Cosme y San Damián, Santa Olalla y, San Pedro, edificadas en el término de la villa. La verdad que es un pueblo bonito para pasear.

Había cuatro molinos harineros, dos sobre el río Deva y los restantes sobre el río de Cereceda o Quiviesa río por el que se puede ir paseando por un largo trecho.

Aquí se corta y lo que se ve es parte de uno de los molinos que hubo apostados en este lugar.

El río Quiviesa a su paso por la localidad.

Potes es conocida como la villa de los puentes.El conjunto de barrios de la parte antigua conserva un gran sabor popular y mucho encanto; sus callejuelas y caserones (la mayoría con blasones) nos ayudan a imaginar tiempos pasados repletos de historia.

Muchos lugareños emigraron a América, y así a su vuelta las riquezas del nuevo continente permitieron la construcción de notables edificios en la villa. La villa cuenta con un buen número de restaurantes de todos los estilos y categorías en los que se puede degustar gran variedad de platos. El cocido lebaniego es una de sus estrellas culinarias, a base de los garbanzos típicos de la zona (pequeños y tiernos), cecina o carne, berza y relleno.

La carretera de Camaleño, río Deva arriba, conduce a la impresionante pared de piedra de Fuente Dé, desde donde, con tiempo y buenas piernas, podrán optar por cualesquiera de las rutas que serpentean las montañas o si no, como solución más fácil, tomar el teleférico hasta la cima para divisar el valle desde insuperable ubicación, siempre que el día permanezca despejado.

Pero nosotros no tuvimos esa suerte y decidimos, porque ya era tarde, no subir al teleférico. Son 17 euros ida y, claro, la vuelta está incluida en el precio, por tal motivo es mejor subir un día con sol y pasar el día arriba. Parece que desaparece allí arriba en el cielo ¿verdad?

Si os fijáis arriba, a lo lejos se ve parece un mosquito. Impresiona un poco pero las vistas, por lo que cuentan deben ser fantásticas. El teleférico de Fuente Dé fue inaugurado el 21 de agosto de 1966. En aquella época, la actividad económica preponderante en la comarca era la ganadería, un sector que, tras la apertura del remonte, se fue abandonando poco a poco para dar paso a una tremenda reconversión, y aquí han sabido aprovechar el tirón turístico para convertirlo en su modo de vida. Además de la actividad ganadera, también la minería tenía una gran importancia en la comarca pero ya no hay nada de eso.

El Teleférico de Fuente Dé, salva un desnivel de 753 metros, situando al viajero en los 1.823 metros de altitud en tan sólo 4 minutos, a una velocidad de 10 m/s. Muchos usuarios vienen a la zona a hacer escalada, senderismo, rutas en bicicleta de montaña o, simplemente, a pasear y hacer rutas. Hay dos cafeterías que ofertan menús y otras alternativas para comer. En la foto se ve una de las antiguas cabinas.

El teleférico de Fuente Dé puede transporta a 2.500 personas por día y en épocas de mucho turismo se montan largas colas. cuenta con dos cabinas con capacidad para veinte pasajeros y la imposibilidad de ampliarlas, de momento, no es posible, así que paciencia si vais a visitar este lugar. Agur.